edificio MurilloCentro Mabel Ubiria

Arq. Mabel Ubiria

Mabel abrazó con gran entusiasmo el proyecto para este edificio, con la ilusión de que personas con discapacidad y muchos jóvenes tuvieran en él las facilidades para residir en forma equitativa y segura, abierta a su desarrollo personal, su autonomía y participación social amplia. Lo eligió para dedicar su energía dorada.


Mabel, Arquitecta, egresada de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República, Magíster en Integración de las Personas con Discapacidad de la Universidad de Salamanca en España, Doctor Honoris Causa de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República y por sobre todo una gran mujer,  nació en  Nueva Palmira, Colonia,  el  29 de noviembre de 1931 y  falleció en Montevideo, el 21 de marzo de 2011.


Desde muy joven se vio progresivamente imposibilitada de caminar sin ayudas. Todos la recordamos con mucho cariño y admiración asociada a su silla de ruedas, situación que con entereza y buen ánimo supo sobrellevar, asumiendo un compromiso de vida por el que siempre estará presente. Mabel  fue y será una guía, una conductora y sin dudas una referente destacada en el camino hacia un Uruguay sin barreras arquitectónicas ni sociales, que provoquen la marginación y la desigualdad de oportunidades a las personas con discapacidad.


Mabel, fue y sigue siendo un ejemplo de vida, que ha sabido transmitir con mucha fuerza y capacidad intelectual, pero a su vez, con una gran  alegría y paz interior, siempre comprometida en una postura ética  valiente e inclaudicable en la lucha en pos de la construcción de un entorno físico y un medio socio-cultural equitativo.


Con voluntad y firmeza admirables,  pero  también con una gran ternura, ocupó siempre los lugares de vanguardia y de mayor compromiso.


Quienes nos hemos sentido impulsados por su entrega, su solidaridad, su alegría, su optimismo, que nos hizo placentero acompañarla más de tres décadas en el camino de la integración de las personas a una sociedad accesible e inclusiva, quisimos que su nombre distinguiera esta obra.

Jorge Galíndez, Eduardo Alvarez

Laberinto